Por Juan Pablo Ojeda
La actriz Kate del Castillo, protagonista de La Reina del Sur, volvió a hablar sobre uno de los episodios más intensos y polémicos de su carrera: su encuentro con Joaquín “El Chapo” Guzmán. En una reciente entrevista con Nayo Escobar para su canal de YouTube, Del Castillo narró los momentos de incertidumbre y presión que vivió tras el encuentro, así como el seguimiento constante de las autoridades estadounidenses.
El acercamiento con Guzmán surgió cuando el narcotraficante, aún en prisión, le propuso a Del Castillo contar su historia a través de una película. La actriz recordó que inicialmente no quería ni verlo, y planeaba enviar a un intermediario para reunirse con él en la cárcel. Sin embargo, la fuga del capo alteró el esquema y desencadenó un escándalo mediático internacional, así como investigaciones legales que pusieron en riesgo la carrera de la actriz.
El primer contacto directo se realizó mediante un teléfono que Guzmán le envió como obsequio, lo que permitió sostener conversaciones telefónicas con extrema precaución. Finalmente, el 2 de octubre de 2015, Del Castillo se reunió con el capo en Sinaloa, acompañada por el actor Sean Penn. La actriz llevó regalos como su tequila, Honor, y libros de poesía de Jaime Sabines, buscando crear un vínculo personal y reflexivo.
La repercusión llegó rápidamente con la publicación de la entrevista de Sean Penn en Rolling Stone, lo que generó investigaciones sobre posibles fondos ilícitos recibidos por Del Castillo. La actriz tuvo que permanecer en Estados Unidos por temor a ser detenida en México, y durante un tiempo solo pudo trabajar en la serie Ingobernable, grabada en San Diego, con dobles para las escenas en territorio mexicano.
Durante la entrevista, Kate relató cómo la DEA la vigilaba constantemente, alertando al equipo de producción sobre la posible presencia de agentes en el set. “No sabíamos si me iban a arrestar o no”, confesó. La experiencia dejó un profundo impacto emocional y profesional, con aislamiento de colegas y desgaste personal, aunque siempre insistió en su inocencia y en que su motivación fue estrictamente profesional.
A pesar de las adversidades, Del Castillo considera este episodio como un capítulo único y extraordinario en su vida: “Viví una experiencia que me la llevaré a la tumba, unas cosas extraordinarias que no cualquiera vive”, concluyó.
